Caso 1


Caso 1.- Relación directa y regular:

Por una derivación, llegó a nosotros una pareja que recientemente se había separado de hecho y que deseaba acordar, en los mejores términos posibles, un régimen de relación directa y regular del padre con la hija de ambos, de tres años de edad.

Aunque conocían vagamente acerca de la mediación, confiaban en que podría serles de utilidad, dada la problemática que les impedía acordar visitas normalmente; él trabajaba por turnos rotativos y además, en muchas ocasiones, sus jefes le pedían que se quedara un turno extra para cubrir las ausencias de sus compañeros de trabajo.

Fue así como empezamos un trabajo conjunto, en que cada uno fue expresando sus necesidades y el otro lo pudo ir entendiendo, lo que hizo posible que se escucharan de verdad después de mucho tiempo en que los encuentros telefónicos o directos, eran motivo de antagonismos y expresión descontrolada de rabia, que escondía pena y frustración de ambos por el proyecto inconcluso de pareja.

Finalmente, se llegó a un acuerdo flexible, en que definieron días y horarios de visitas tentativos y además, quedó estipulado que se comunicarían entre sí todos los cambios imprevistos en pro del bienestar de su hija. Se estableció una nueva manera de comunicarse entre ellos y adquirieron herramientas para que a futuro, pudiesen conversar serenamente. Hoy, llevan una relación cordial, ambos tienen nueva pareja y la niña comparte regularmente con ambas familias.